jueves, 13 de septiembre de 2012

NÁPOLES, POMPEYA Y ROMA

Salimos de Atenas con la idea de coger un ferry que nos lleve a Italia por la vía rápida. Solamente la perspectiva de tener que volver a hacer 5000km. de vuelta me ponía malo. Así que sin haber reservado nada salimos hacia Patras a ver si tenemos suerte.


No sólo tenemos suerte sino que encima podemos dormir en la autocaravana pagando un pasaje de pernocta en cubierta.
RESTOS DE LA BURBUJA

Nuestra última noche en Grecia la pasamos al borde del mar en un playa casi para nosotros solos. Allí cogimos agua del mar para llevársela al arbolito que plantamos en las cenizas de Amparo

Antes de embarcar nos paró la policía aduanera griega y como vieron que ponía cara de fastidio cuando me pidieron los pasajes, decidieron echar una vistazo en busca de no se qué. Por fuera de la autocaravana revisaron todos los arcones, el garaje, los bajos y hasta la rueda de repuesto. Como no se dieron por satisfechos decidieron entrar a revisar por dentro. Los niños no estaban avisados y los encontraron viendo una película con todas las ventanas bajadas. El susto fue mayúsculo, el pobre Carlos que estaba en paños menores corrió a esconderse en el fondo de la caravana para que no le vieran. El policía ya totalmente mosqueado revisó todos los cajones interiores, ducha, cama, y encontró a Carlos al fondo de todo, muy azorado, poniéndose unos pantalones aun mojados que estaban tendidos. El policía pensó que ya lo tenía, que era un traficante de niños al más puro estilo del flautista de Hamelín. Así que tuvieron que salir todos los niños(venga a salir niños…) y al no aparecer madre alguna el mosqueo llegó a su límite. Y cómo no, se fijó en Juan. Pregunto de dónde era ese niño, que quien eran sus padres etc.. yo les dije que era mi hijo pero no se lo creían a pesar de sacarles toda los pasaportes y los dni. Menos mal que en el carnet de familia numerosa nos vieron a todos, Amparo incluida, y el policía empezó a atar cabos. Al final acabé contándole la enfermedad de Amparo y el duro policía no solo me pidió disculpas sino que casi se despide compadeciéndome y a puntito estuvimos de perder el ferry .

¡ME PONE UN PAR DE CAPILLITAS POR FAVOR¡

Con el alivio de estar ya embarcados, reponemos fuerzas con una cena casera y sesión de cine (otra vez) en nuestra auto dentro del barco. La ventaja de dormir en la autocaravana es que no tienes que movilizar a las 8 de la mañana a todos los niños para desembarcar. Arrancas y te vas.

PUENTE COLGANTE DEL PELOPONESO

AUTOPISTA DE PAGO EN GRECIA

ULTIMA NOCHE EN GRECIA

CAMPING ON BOARD

Llegamos Bari con la sensación de que estábamos en el mismo país que acabábamos de dejar, todos sucio y caótico al más puro estilo griego.

Como no había mucho que ver decidimos ir a Nápoles y a Pompeya por la vía rápida.

SOCIAL ARCHITECTURE NAPOLITANI

DE PASEO POR NAPOLES

IGLESIA PAGANA SIN CRUCERO NI CABECERA (SOLO PARA ENTENDIDOS)

A cristina Nápoles le produjo un miedo irracional, sentía que por sus calles llenas de basura, ropa tendida y tertulias de personas en camiseta le aguardaban muchos peligros. A mí me pareció una cochambre deliciosa. Decidimos ir pitando a dormir a Pomeya para visitarla al día siguiente con la “freggca” a ver si esta vez tenemos más suerte y el calor no nos machaca.



POMPEI

ABBEY ROAD

Para los que no habéis estado en Pompeya es como visitar en época de sequía esos pueblos fantasma que invade un pantano. Solo que estaban llenitos de gente que se afanaban en encontrar algún habitante fosilizado. Nos pareció obsceno tener a una persona petrificada dentro de una cajita en medio de una sala atestada. Y todos sacándose fotos con el fiambre.
BAJANTE DEL SIGLO 21 EN EDIFICIO DEL SIGLO 1

Como arquitecto y persona de orden, aunque no lo parezca, me pareció Pompeya una ciudad muy grata de vivir, con unas magníficas viviendas, heladerías a pie de calle, el coliseo a tiro de piedra y el anfiteatro un poco más allá. Hasta el cementerio tenía su punto. Me voy con la sensación de que no hemos ganado mucho en el modus vivendi durante estos 2000 años.

De nuevo en camino esta vez con dirección a Roma.

Tras instalarnos en un camping casi céntrico y dormir con mantita a 21 grados mientras el personal se torraba, abordamos nuestro último destino destacable.

Empezamos por el Vaticano que era lo más cerca que teníamos.




SAN PEDRO Y ELISA






A los niños les pareció imposible que fuera otro país. A pesar de mis explicaciones sobre la compleja configuración barroca de la plaza de Bernini, los niños estaban haciendo cola con la expectación de si nos dejarían entrar. El motivo es que Elisa venía con unos sorts muy sorts y con tirantes. La solución fue ponerse una mochila que le tapase los hombros y un bolso para taparse los muslos. Aun así tuvimos que protestar un poco para que nos dejasen pasar por los “controles anti-carne” y defender la inocencia de mi hija.

Una vez dentro la dispersión de la familia trapisonda fue total. Un grupo de japoneses engulló literalmente a Carlos y Juan y los trasladó desde la capilla de la Piedad a la contigua sin que pudiesen hacer nada. Elisa, Cristina y yo empezamos a buscarlos por toda la basílica y al final los encontramos aferrados a una barandilla soportando los envites de otros grupos asiáticos.


Sacarse fotos también fue misión imposible. No había foto que no estuviese interrumpida por algún guiri. Ante tanta paganidad en la casa fundacional del cristianismo, decidimos irnos a buscar un helado que nos repusiese del baño de masas.

En Piazza Navona nos tomamos unos granizados memorables muy bien atendidos por los camareros. Me acordé por oposición de las terrazas de la plaza mayor de Madrid.

PASTELERIA FINA
También fue imposible visitar el panteón de Agripa , había una misa, así que corrimos al Coliseo a visitarlo. Tampoco pudimos, llegamos tarde y ya estaban cerrando. ¡!!A las 6.30!!! Así que volvimos poco a poco a Campo di Fiori a ver si cenábamos pizza en alguna tarraza. Esta vez llegamos pronto y pudimos hacerlo. Como nos sobraba tiempo fuimos callejeando hasta la fontana de Trevi a echar unas moneditas.

Cumplido nuestros deseos cogimos un taxi hasta el camping donde nos esperaba la casa a 21 grados toda fresquita.






TIPICA FOTO DE FONTANA DE TREVI


DONDE ESTÉ UNA COLUMNA ROMANA QUE SE QUITEN LAS GRIGAS

COLA CONTROL ANTI-CARNE

ATENAS

Atenas se veía desde el ferry como unos grandes mordiscos blancos pegados a unas las montañas peladas . El calor prometía ser de esos que no olvidas. Nunca había ido en ferry y no poder salir a la cubierta.


Nada más llegar a Atenas fuimos a buscar un camping donde refugiarnos del inmenso calor que nos aplastaba. Tras dejar enchufada la autocaravana con el aire acondicionado puesto nos dispusimos a ir a cenar a la ciudad a ver si reponíamos fuerzas.
nos costó sacar esta foto 10 intentos


un griego sin crisis




vista desde arriba
vista desde abajo
La ciudad de Atenas me pareció que estaba creada a partir de unos desechos que brotaban de la Acrópolis en todas direcciones. Todo giraba en torno a una ciudad habitada por unos dioses muy humanos que parecían que se los pasaban de lo lindo allí arriba. La iluminación acentuaba ese efecto. Los dioses arriba, nosotros los mortales, abajo.

Tras una reparadora cena con wifi y todo, nos dimos una vuelta literalmente a la Acrópolis a bajar la cena y disfrutar de un poco de “frescor”. A la pobre Cristina intentaron robarle su humilde bolso . Sólo se hubiesen llevado unos restos de espaguetis y carne a la parrilla que nos sobró del restaurante.

Llegamos tardísimo al camping. El taxista nos explicó que puedes ir en moto sin casco si tienes buena pinta. Si no la tienes, te para la policía seguro. Entramos corriendo a nuestra casita y nos llevamos la agradable sorpresa de que dentro estábamos a 24 grados mientras el termómetro no bajada de 31 grados . Fue una gozada dormir con el edredón hasta la barbilla. Nos propusimos levantarnos pronto para visitar la Acrópolis con la “feggca”.

Tras dormir a pierna suelta, llegamos a la Acrópolis a la una de la tarde con toda la “feggca” , justo cuando todos bajaban desencajados por el calor, nosotros iniciábamos la subida. El termómetro marcaba 47 ¡y estaba a la sombra!.

El Partenón me defraudó un poco. Esperaba que fuera más majestuoso, me pareció un poco doméstico para ser el templo de los templos. Quizás ayudó el hecho de que Cristina se enfadó y nos pasamos casi toda la visita templando gaitas. Dejé un momento la reflex digital en una piedra (probablemente del siglo 7ac.) y cuando quise cogerla me quemaba en las manos, la tuve que guardar en su funda y continuar la visita sacando fotos con el ipone que quemaba menos. Había fuentes de agua por todos lados, Carlos inventó la técnica de refrescarse de llenar el gorro de agua y ponérselo.

¡no funny photo please¡
Otra cosa que aprendimos es que en la Acrópolis no se pueden sacar fotos divertidas porque viene un guarda y te obliga a borrarla. Parece increíble pero fue eso lo que nos pasó. Había una carretilla que iba sobre raíles para transportar restos arqueológicos y a Cristina se le ocurrió tumbarse y posar como si la carretilla le fuese a atropellar. Inmediatamente vino el vigilante y tras una larga discusión en inglés accedí a borrarla en arras a la hermandad hispano-griega. Me sentí engañado pues el supuesto cartel que decía a la entrada que uno debe comportarse con decoro no existía y me quejé al guarda de la entrada. Este a su vez me recomendó escribir una queja al ministerio de cultura con mi reclamación de la foto robada. Podéis ver a Elisa en una pose parecida Como no estaba para reclamaciones al ministerio de cultura nos fuimos pitando a ver el museo de la Acrópolis que tiene restaurante y aire acondicionado.



Tras una visita muy interesante al museo de la Acróplis donde sólo pudimos contemplar reproducciones “de escayola”de las esculturas de Fidias.( Los originales se pueden ver en Londres) nos fuimos a hacer las compras de los regalos.

Fue un auténtico dolor de cabeza pasearse por la Plaka atendiendo todas las variables de los 4 proyectos para regalar a sus amigos. En fin, como lo prometido es deuda, hicimos todas las compras y algunas más y nos fuimos raudos a nuestra casita acondicionada a tomar una reparadora cena casera.

Aprendimos una cosa: Atenas no se puede visitar en verano con cuatro niños en plena ola de calor.

POR FIN NAXOS

Llegar a Naxos al pueblo donde estaba alojado Stefano y su familia todavía nos llevó dos días.


Visitamos las ruinas helenas del pueblo de Naxos de las que sólo encontramos un pórtico que dominaba el horizonte del mar como si fuera un faro.

El navegador nos jugó una mala pasada y nos encerró literalmente en una maraña de caminos que cada vez se hacían más estrechos y llenos de unas púas que dejaron su indeleble huella en los laterales de la autocaravana. Llegamos al fin a una playa llena de cometas que arrastraban personas y supimos entonces que ese era el sitio.

Tras unos efusivos saludos multilingües, nos fuimos inmediatamente a la playa a ver si por fin era capaz de retamar mis lecciones de windsurf de hace 8 años. A pesar de que mi material de iniciación hice mis pinitos con las olas hasta que mis manos se despellejaron . Los niños se integraron en una babélica pandilla de italianos, franceses y españoles. Ignoro cómo se entendieron pero creo que no hubo ningún problema.
intercambio de caras eli-cris

Por la noche nos fuimos a un restaurante griego a celebrar la llegada a nuestro destino y a tomar saximi y ensaladas griegas. El vino grigo me recordó mucho a de rioja.



una siestecita....

panda multilingüe

llegamos a stefano's beach

relajo total
Tras tres días de intentar sin éxito mi perfeccionamiento windsurfero y de “dolce far miente” playero llegó el momento de irnos poco a poco a casa. Habíamos recorrido 5.500 km y todavía no sabía por donde íbamos a volver. Realmente no me apetecía cruzar de nuevo los Balcanes.

La cena de despedida fue un éxito de la mayonesa , los espárragos de navarra y del jamón ibérico (e bono el proschiuto.) Los amigos de Stefano y Leticia acabaron de agotar las existencias que llevábamos para el viaje.

Justo antes de salir para coger el ferry para Atenas , la autocaravana se cayó en un bancal de arena, tras varios intentos fallidos de remolcarlo con coche tuvimos que buscar a alguien con tractor que nos rescatase. Nunca me alegré tanto de ver un tractor.

llegada a Naxos.

camino de Atenas en fueraborda

Nos fuimos de Naxos con mucha pena y con la promesa de que no tardaría otros ocho años en perfeccionar mi estilo windsurfero, cogimos el ferry de Atenas. Esta vez nuestro barco parecía de carreras y efectivamente lo era. Parecía que íbamos e una fuera borda de 4 pisos.

jueves, 23 de agosto de 2012

CAMINO A NAXOS

Después de una grata noche vigilada por la policía de la frontera nos internamos en Serbia pero sin intención de visitar nada pues estamos lejos de Atenas para recoger a mi cuñada Cristina en el aeropuerto de Atenas.


CAMINO DE PAROS


VISTA DESDE NUESTRA CASA A LA PLAYA

 CARLOS ESTRENANDO EL EGEO

JUAN SE NOS QUEDÓ DORMIDO  AL MÁS PURO ESTILO LEONÉS

SUBIDA A METEORA

NO ES EL MUSEO DE LA GUERRA ES UN MONASTERIO

SIN COMENTARIOS

NUEVOS CERTEZAS DE QUE GRECIA NECESITA UN RESCATE
El paisaje que atravesamos es puramente balcánico, bordeamos ríos entre cañones y atravesamos poblaciones esta vez más grandes que las bosnias y más feas también. Nos llama la atención unos coches de color rosas que descubrimos que eran taxis para mujeres. O sea, que la seguridad no está muy lograda. Por supuesto ninguna autrocaravana en el camino ni ningún coche fuera del país. Estamos fuera de cualquier circuito turístico.

Me llama la atención la cantidad de cementerios que encontramos a nuestro paso. Me viene a la memoria las burradas que se han hecho por estos lugares.

El calor cada vez se hace más insoportable. Los niños viajan atrás muy calentitos donde no hay aire acondicionado y apenas se quejan, a cambio les permito ver películas a discreción.

Conseguimos a media tarde enlazar con la autopista que nos llevará a Atenas pero para mi desgracia constato que tiene unas roderas muy bonitas a pesar de ser de pago por lo que no te puedes relajar conduciendo si no quieres acabar en la cuneta. Encontramos wifi en todos los puestos de peaje de Serbia. Y poco a poco vemos iglesias ortodoxas y menos mezquitas

Atravesamos ya de noche la frontera con Macedonia y decidimos dormir en una gasolinera que tiene wifi y actualizar el blog. Cristina pasa muy mala noche pues decía que había un señor que se puso a cantar toda la noche por un micrófono. Le explico que era un muecín que llamaba a la oración a los musulmanes y como estamos en el ramadán prácticamente les llamaban a todas horas de la noche. ¡Pues qué rollo de religión.¡

Después de compartir el desayuno con cientos de moscas de la cafetería de la gasolinera, descubrimos que una familia de musulmanes franceses había hecho un picnic a la sombra de nuestra casita. Amablemente nos dan las gracias por la sombra y nos vamos con un cierto sentimiento de culpa dejándolos a pleno sol.

Abandonamos Macedonia casi sin bajarnos de la autocaravana y entramos en Grecia para hacer noche en Meteora. Encuentro el primer síntoma de economía sumergida al no aceptar tarjetas de crédito en los peajes de la autopista ni en las gasolineras. Menos mal que nos lo habían advertido.

El acceso a MEteora por el norte es precioso, tanto que la autocaravana se queja un poquito de tanta cuesta y se calienta. Tenemos que parar hasta que las lucecitas rojas se apaguen. Espero que este susto no se vuelva a repetir.

La llegada a Meteoro es impresionante. Las enormes moles de rocas parecen esculpidas por algún loco en un ataque de furia. Hacemos noche al pie pensando en acercarnos mañana en bicicleta.

Al día siguiente, la excursión en bicicleta a los monasterios colgados se ve abortada por el intenso calor y por las cuestas infranqueables. Bajamos lo poco que hemos subido y nos acercamos en la auto. Los niños me lo agradecen mucho ( y yo también).

Los monasterios están muy “turistizados” y apenas pudimos ver algún monje que los habitase. Mucha escalera y mucho turista, españoles, sólo nosotros. Me llama la atención el horror vacui que tienen los ortodoxos para decorar sus iglesias. No pude encontrar un cm2 de pared sin decorar. En estos monasterios se mezcla la religión con el patriotismo al más puro estilo valle de los caidos. Montones de cuadros de batallas donde se derrota a los moros con odaliscas volando portando la bandera griega.

Nos disponemos a comer unas deliciosas costillas en el pueblo y nos cae una tormenta tan fuerte, que el bar se queda sin luz y no pudimos salir hasta que el río que se formó en la entrada desapareció. Después de tan accidentada comida salimos en dirección a Atenas para recoger a Cristina que se une unos días a nosotros. Después de dormir al lado de un parque hacemos zafarrancho de limpieza para que la tía no diga que somos unos cochinos.

Llegamos a la par al aeropuerto y tras saludarnos como si no nos hubiésemos visto en años, corremos a ver si podemos ir a Naxos esa misma noche. Al final conseguimos unos billetes a Paros que está al lados de Naxos, menos da una piedra.

La llegada a Paros es una fiesta. Se respira mediterráneo por todos lados y el puerto es un pueblo muy bullicioso a pesar de la hora. Decidimos cruzar la isla (20km) para dormir en un sitio tranquilo al borde del mar. Elegimos un sitio al azar en el navegador y lo seguimos fielmente. La carretera se convierte en camino y aparecimos en una playa maravillosa gracias a la imprescindible ayuda de un lugareño que parecía que nos estaba esperando a pesar de ser las 3 de la mañana. El hombre que parecía un pastor nos quería decir que teníamos que ir por el camino ancho de la izquierda . todo eso gracias al traductor de google español-griego que tengo en el iphone porque el hombre, de inglés, ni yes. ¡Si es que las tecnologías avanzan una barbaridad¡.

Nuestro primer día de playa en una isla griega es un éxito. Al borde del mar no hay mucho calor y se aguanta bien. Comemos un paellita casera como si estuviésemos en cualquier chiringuito de Valencia y nos dedicamos a bucear y a “cazar” erizos de mar y alguna medusa. Poca gente y muy civilizada. Casi todos franceses e italianos.

Por la tarde cogemos el ferri a Naxos nuestro destino final.

martes, 31 de julio de 2012

BOSNIA


Viaje a bosnia. Subida a Sarajevo



Partimos como un rayo (a las 12) con dirección a Bosnia después de pagar la friolera de 120 euros por dos nochecitas. ¡Y eso que llevamos la casa a cuestas ¡Las autopistas croatas son estupendas a pesar de que no podamos pasar de 90. A los bordes encontramos muchos pueblos con iglesias muy modernas de hormigón armado recién construidas con unas cruces enormes. De repente, la felicidad autopistera se nos acaba y empezamos a subir hacia Mostar con dirección a Sarajevo por una carreterita estrechita estrechita a pesar de estar señalada en el mapa en trazo gordo... La carretera se pone cada vez más bonita, empezamos a subir hacia los Balcanes y eso se nota. Me apetece mucho pasar la noche al borde el rio-pantano pero no es posible parar.

Subimos hasta Mostar y pasamos de largo con mucha pena de no poder visitarla pero tenemos que llegar a Sarajevo antes de la noche.

Cada vez aparecen menos iglesias y más mezquitas, tras 8 horas de carretera llegamos a Sarajevo con la intención de encontrar un camping que nos ampare. Nuestro gozo en un pozo, nos recorremos Sarajevo con la mente en algún cartel que contenga el signo de camping pero nada de nada.

Debe notarse mucho que estamos perdidos porque una patrulla de policía nos persigue. Tras un par de kilómetros detrás de nosotros nos detiene y el señor agente nos da a entender que tenemos un problema. ¿Problem, problem¡ fue lo único que le entendí. Entre su inexistente inglés y mi falta de dominio del bosnio. Me hace un esquema de que he pisado una línea continua en un desvío. Yo me hago el sorprendido pero ante su insistencia de que tenemos un problema y de no parar de frotarse el dedo índice con el pulgar, le deslizo 20€ en su libreta. El problem, problem desaparece por completo, empieza otro al tener que explicarle a los niños lo que ha pasado.

Todavía seguimos sin solucionar la dormida y nos encaminamos a una gasolinera en las afueras de la ciudad en donde había algún camión pernoctando al que arrimarse. Tras llenar el depósito le pido permiso al encargado para pasar la noche en su acogedora gasolinera y nos acomoda al lado de un depósito de gas.

Después de esta jornada en la carretera los niños me cuidan y me dan de cenar de nuevo.



Amanecimos y descubrimos que no somos la única autocaravana perdida en Sarajevo, A nuestro lado se nos había pegado una camper con matricula española. Juan y yo corremos a despertar a sus ocupantes para invitarles a un desayuno español con melón de Villaconejos, café y pan tumaca. La pareja de turistas ( un saludo para Fernando y Cristina por sin seguís nuestro blog) tiene que soportar las quejas de los niños de las injusticias que comete su profesor de mates.



Desaparcamos para volver a aparcar un poco más cerca de la ciudad y coger el tranvía que nos lleve a la ciudad. Debimos despertar mucha curiosidad en el tranvía pues no paraban de mirarnos y a Carlos una señora bosnia de toda la vida le dio una bolsa de caramelos que inmediatamente se negó a compartir. Una vez en el centro de la ciudad nos paseamos por una zona muy pequeñita que se supone es el casco histórico. Todo plagadito de cafeses, tiendas de tazas de cafés y camisetas de Casillas.

Nos tomamos un café en una terraza y el dueño se empeña en sacarle una foto a Juan a lo que yo me niego con muchísima educación, Se ve que escasean los niños negros por la ciudad porque mucha gente quería sacarle una foto.

Cristina se empieza a poner mala y necesita ir al baño con urgencia. Encontramos uno de pago (0.5€) y se mete dentro. La pobre sale diciendo que no ha podido hacer nada porque no había taza. Yo le explico entonces lo que es una placa turca y cómo se usa. No se queda convencida del sistema y decidimos coger un taxi en dirección a casita (la auto). La pobre se va poniendo peor, parece una gastroenteritis. Llegamos a casa justo antes de que ocurriese una tragedia de esas muy sucias si te pillan fuera. Le impongo un régimen de acuarius y parece que se siente mejor.

El calor es insoportable dentro de la autocaravana (33) y fuera (39) así que o nos vamos a un centro comercial con aire acondicionado o nos derretimos en el acto. Aprovechamos y hacemos algo de compra y malcomemos unas pizzas.

Decidimos partir de Sarajevo con dirección a Serbia antes de que se nos haga muy tarde. Tenemos muchos Balcanes todavía que cruzar. Una vez en ruta el navegador nos conduce por una carretera que se mete por un túnel que parece de juguete. Ante la imposibilidad de achicar la autocaravana decidimos desandar casi todo el trayecto. El navegador insiste con la ruta imposible y me pierdo en algún pueblo cuyo nombre en carácter cirílico no se parece en nada a lo que me dice el navegador así que me bajo para que me indiquen el camino a Belgrado. La gente es muy amable y muy efusiva. Carlos dice “Papá, ¿conoces a esos señores? Te saludan como si te conociesen.” Tras perder una hora deambulando por la carretera equivocada encontramos la buena.

La carretera que une Sarajevo con Belgrado es preciosísima cuajadita de cortados, ríos llenos de pescadores, túneles y policías con radares de velocidad. Los conductores se hacen señales unos a otros con lo que la efectividad de los radares es nula. Otra vez nos vuelve a parar un señor policía y empieza a explorar la autocaravana a ver si ve algo que llevarse en el bolsillo. Mira las ruedas e intuyo que me dice que están un poco gastadas a lo que respondo: new, new, Al final se da por vencido y nos deja partir sin cobrarse nada.

Pasamos la frontera Bosnia ya casi de noche y le pido al policía si es posible pasar la noche allí.

No le ve inconveniente. Creo que esa noche nos niños durmieron en el lado Bosnio y yo en el Serbio.

SUBIDA A SARAJEVO


PODIA SER AMSTERDAM

ENTRE BOSNIA Y SERBIA


CRUZANDO UN PUENTE CON DIRECCION AL CENTRO


LAS HUELLA DE LA GUERRA ESTAN POR TODOS LADOS

THE NEXT GENERATION

CROACIA

Croacia.


Nos recibe con una multa en Pulla por no poner el tiquet del parking (imposible, sin tener kunas ni admitir tarjeta de crédito). Para evitar que nos fuésemos sin pagar la multa los gendarmes (de paisano) nos esperaron pacientemente a que volviésemos. Se cobraron 15€, a cambio nos dieron un recibo de dudosa legitimidad.

Pulla que es una ciudad que tiene un anfiteatro romano muy reconstruido que da el pego total. Se nota que hemos salido de Italia. Las visitas a los monumentos están mal organizadas y la gente no sabe por dónde ir. Al final encontramos unas catacumbas llenas de vasijas romanas del siglo I y de artilugios como prensas, molinos etc., estos ya con pinta de estar hecho hace un ratito. Partimos hacia las cascadas de plitvicka jazera que Cristina hija ha visto en internet que son muy bonitas. Nos cae la noche justo antes de pasar un peaje a la boca de un túnel.

Las autopistas de Croacia parecen que las acaban de poner, aunque de repente te das cuenta de que en el otro carril vienen coches en sentido contrario, oye, sin avisar ni nada. El paisaje que nos encontramos hoy se podría decir que es la orografía de Galicia con la vegetación de los pirineos. Tiene pinta de caer unas nevadas impresionantes.



Después de una noche pegaditos a la autopista, llegamos a dicho parque natural plagadito de cascadas naturales y de gente. Tras nuestros habituales problemas para aparcar “el muerto “que es nuestra autocaravana nos disponemos a sumergirnos en una cola interminable para ver una serie de cascadas muy fotogénicas. El “peaje” incluye un paseo en barco y la vuelta en burra mecánica, las delicias de los niños. Partimos con mucha prisa para pasar la noche en alguna parte de la costa croata para ver si es tan estupenda como dicen las guías. En un acto desesperado entramos en un camping y que sea lo que dios quiera. La matada es considerable y los niños hacen la cena y lo recogen todo, todo y todo. Me acuestan y me dan un beso, a veces pienso que la educación sirve para algo…



Amanecemos con la intención de pasar un día relajado. El camping es tan grande que tardamos 15 min en recorrerlo en bici hasta llegar a la playa. El adriático es como el mar menor pero en mayor, un charco de sospechoso olor para el que añora aguas salvajes. Competimos con multitud de alemanes pubertos y no tanto para emplazarnos en la playa. A los 5 minutos decidimos ir a la piscina a ver si el panorama está más despejado. Mis esperanzas no se ven cumplidas y nos volvemos a sumergir en una griterío piscinero multilingüe de los más internacional. Nosotros como siempre dando el toque exótico entre tanto cabello rubio, alto y bronceado. Por la tarde echamos un partido de futbol entre nosotros, los rubios contra los morenos. Ganan los Morenos “como siempre” aunque Carlos dice que metió más goles. Me llama la atención una infante teutona con la camiseta de la roja de Iniesta. Al final nos vamos con la sensación de no haber disfrutados de ninguna playa decente, la que nos tocó apenas tenía 50m de arena prefabricada donde fue imposible clavar la sombrilla.

ESPERANDO LA FUNCION

SIN COMENTARIOS


THE BIG WATERFALL

LA MISMA PERO TODOS

PERMISO....

ARQUITECTURA MODERNA A MEDIO HACER

¡¡FELICES EN EL RESORT¡¡